martes, 27 de enero de 2009

El vecino amanecer
La cuna de la aurora
Ya alborota a los gallos
A la madre inquieta
El vecino amanecer
La revive, entra en realidad
En la cuna el error de su vida
Que en llantos busca la teta de la madre
La madre indefensa
No le queda más que culpar a la vida
Su absurdo destino indeseado
Su realidad irreal
Como si el destino tirara todas fichas
La madre indefensa
Desubicada en su locura
Un cuchillo en mano
El error de su vida
No cesa de llantos.

lunes, 26 de enero de 2009

A lo largo del pasillo oscuro hay una mujer.
Un pasillo sin fin, interminable, se pierde en la oscuridad.
Escucho pasos infinitos, asomo los ojos tras la puerta, tratando de encontrar el fin, la vista se pierde en un punto negro, el pasillo se traga la luz.
Da igual ojos abiertos que cerrados. La caminata infatigable de aquella mujer me despierta cada madrugada, sus pasos retumban, me parten el alma, la mujer caminando por el pasillo sin fin, oscuro, como un hueco, tardara poco en darse cuenta que nunca llegará.
El pesimismo de la soledad despierta en mí, detesto ese pasillo sin fin, detesto a esa mujer que camina sin parar. El interminable pasillo me traga, dejándome nada más que un inútil cuerpo.
La respiración
De aquella bestia encapuchada
Rebelan hasta sus íntimas dudas
Aquel clavel en lugar de corona
Aquella lanza que atravesó el torso indefenso
Aquellas manchas rojas
Como charcos de vino
El aliento moribundo
Derrotado por el olvido
Aquella bestia
Que en regazos de la luna agonizo
El ultimo aliento
La ultima respiración
Aquella bestia
Que en campos de sequía caminaba
Aquella bestia
Que no tuvo más que el sentimiento
Más que la falsa razón
Más que el autoengaño de vivir
Ebrio de amor
Ebrio de locura
Derramó hasta la última gota de licor.
El lago
Repleto de lágrimas oscuras
De ternura irreparable
De cuerpos sin vida
De asesinos por amor
De gente sin alma
De almas en busca de cuerpos
De razones en busca de utilidad
De tabaco sin vino
De sociedad sin normas
De anticristos profetas
De la promiscua fe
Engaños en vida
Nadan por el lago
Como peces.
Ladridos de perros
Vaso de cenizas
Remera rota
Inútil en las tardes de frió
Enterradas en arena
En baldío olvidado
Como el amor que fue un día más que este poema
Tristeza sin consuelo
Amor sin te amo
Lagrima inútil
Como el alma
Como la ilusión de un más allá
Añoro ese olor, ese sabor
Amargura en madrugada
Distracción bendita
Bendita mañana
Bendito día
Dados muertos
Sin vida, sin valor
Contemplado atardecer
No es mas que una llamada
A la batalla del olvido
La tina está cargada
El espejito de mi baño roto en pedazos
Ganas de no ser entendido
Estar vivo sin vivir
Parado sin piernas
Dormido sin ganas
Amar sin ser amado
Ganas de soñar
Humo toxico en la habitación
Cielo ardiendo
La luna, el sol
El recuerdo de un gran amor
¿Dónde están?
Perdidos en algún lugar
Un cofre de sueños prohibidos.
La moneda en el aire sorteada
El frió momento
¿De que lado caerá?
El silencio
El segundo congelado
La vida y la muerte
El bien y el mal
El tiempo mata
Momento eterno
Mirada fría
Un joven llora al amor
La moneda
Congelada en el aire
Cae de perfil.
Una noche sin luna
un pajarito cantando una apestosa melodía
no dejan pensar en algo más que el maldito pajarito
deseando que una especie de roca caiga
sobre su frágil cabecita

callándolo de una vez
el humo del cigarrillo se desvanece por el aire
como una odisea maligna de muerte
las cenizas arrastradas por una brisa de viento asesino,
la que no traen más que dudas e incertidumbres,

una especie de enigma
un circulo vicioso de preguntas y razones
de la cual no hay salida

se enciende la tele
intento desesperado de distracción,
sin otro logro que la insatisfacción,

el mejor aliado, el despertar, abrir los ojos,
por un momento todo está bien,
mirar alrededor,

un hermano durmiendo de una forma reconfortable
soñando con un jardín y un lago sin pájaros cantando
sin vientos de dudas,

qué envidia
la mañana pasa
como un amor de verano de dos jóvenes jugando a hacerse daño
la noche se aproxima, el pajarito maldito ya tomo su lugar en aquel árbol, la luna se esconde provocando mi angustia, se prende un cigarrillo, otra noche más sin dormir…
La Biblia abierta
Mesita de polvo
Pieza oscura
Sin habitantes
Cuarto de hotel
El vaso cargado de vino
Que nunca fue catado
El color oscuro de la lluvia de invierno
La muerte encapuchada con su filo ensangrentado
Busca victimas
Débiles para la vida
Oscuro día
Luz de penumbra
Ruina de paseo turístico
Prostíbulo bajo tierra
Putas siervas de Dios
Una guerra de preguntas
Respuestas exigidas
La razón mueve el temporal
Dos chicos perdidos
Viven sin régimen.
Aquel espejo
Ya no refleja como ayer
Aquella luz
No produce más que nieblas
Aquel vaso
Desgarrado
Ya perdió su utilidad
Aquel amor se olvido de ti
Aquellas lágrimas ya fueron las últimas
Las noches de insomnio culminan
El olor de la flor marchitada
Ya no producen ganas de vomitar
El vivir no parece una tragedia
El soñar no es más que una costumbre
La cueva de mi habitación
Ya no la necesito
El temporal inquietante
La lluvia eterna
La angustia a la luna
Los poemas íntimos
De la madrugada con aroma a muerte
El intento malogrado de estar vivo sin vivir
El razonamiento con ganas de ser engañando a si mismo
El misterio del viento
El pasillo sin luz con ganas de brillar
El pajarito del árbol
La complejidad de lo imposible
La inseguridad del niño
Los temores del anciano
La lucha contra el olvido
Aquel amor
Prematuro
Que en cuna termino
La cueva oscura de mi habitación
Ya no la necesito.
Una pluma y un papel
una historia que un día comenzó
un poema sin acabar

un drama sin resolución
un crimen sin victimas
un testigo sin ojos

un ayer sin su mañana
una madre sin niños
un mendigo sin pan

el destino se burla del presente
y el pasado depara su futuro

la esperanza no es más que una decepción,
son historias sin buen final.
Suelo soñar con un éxodo de cuervos
Con vientos tibios
Tiernos como los labios de la muerte
Con fe a un cristo
Con espinas de castigo
Suelo soñar con niños intrigados
Con el castigo y látigo en mano
Suelo soñar con el hombrecito del machete
Con un Dios crucificado
Suelo soñar que sueño en una burbuja de vidrio.
Una lágrima resbala por mi mejilla, golpea el suelo como gota de sangre. El fantasma del amor recorriendo la casa, con pasos vacilantes, herido de muerte, me apunta con el dedo, me señala con una especie de mueca, tratando de decirme algo que no logro entender. La vela de mi mesita, apagada por una ráfaga de viento, muy frío el viento, me deja con el rostro helado, titubeando, me atormenta, me dan ganas de despertar y encontrar otro lugar, pero está ahí el fantasma, lo veo, creo que ya lo entiendo, una despedida amarga con un pero de más.
Una cárcel
Una celda pequeña, como baño de avión
Sin prisioneros, sin homicidas
Sin violadores
Cárcel de la vida, cárcel maldita
Cadena perpetúa
Amargura, deseos
Imagen, ternura
Lluvia de sangre
Pedazo de hielo
Hoyo desprevenido
Hojas de otoño
Cárcel de la vida, cárcel maldita
Pelaje canoso
Despedida sin llanto, sin risa
Indiferencia
Cárcel maldita, mata lentamente
Como nicotina, como cáncer
Cárcel maldita, libertad sin vida.
Un jardín verde
La puerta abierta
Perros ladran
Un pájaro anida en el ventilador
Colchón de agua con almohada de piedra
Pileta verde con sapos nadando
Pregunta de niños
Respuestas improvisadas
Una luz que encandila
Ojos entorpecidos
Indican un camino, un sendero equivocado
Una fruta prohibida
Un testamento
Una dictadura
La pregunta a una afirmación
Un querer con miedo, pensar sin ideas
Cuestionar la duda prohibida
Somos prisioneros en una botella vacía
Con aire asfixiante y tormentas de vientos
Como ráfagas de fuego, el mismo infierno
En una botella vacia.
El olvido inolvidable de aquella mujer
La astucia reconfortable por aquella brisa
Que no dicen más que nada
El nada almacenado en el placar insólito de ropas vacías
De olvidos vigentes, de tropas enardecidas
El oscuro luminoso de dicho entorno
La mentira piadosa de aquel padre de hijos
El humo ventilado por rosas amarillas sin polen
Sin abejas enloquecidas de hambre
Con reinas sin trono
El amor auspicia el sufrimiento
El dolor anuncia la muerte
El sentimiento engaña la razón
El olvido no hace más que recordar lo olvidado.